Oclusión funcional, bruxismo y terapia de reposicionamiento mandibular (Online)

Bruxismo y oclusión
Durante el último medio siglo, se han producido importantes cambios de paradigma en el campo de la odontología. Uno de estos cambios es probablemente el cambio en el concepto de la función del sistema masticatorio y la oclusión en el bruxismo. En la historia de la odontología, el tema del bruxismo nunca se había discutido como un problema clínico como lo es hoy. Desde 1990, ha habido un cambio claro en la ciencia de la oclusión de la oclusión estática a la dinámica, de la oclusión mecánica a la fisiológica, de la comprensión de la función de la mandíbula al tratamiento de la disfunción, de la función perioral únicamente a su relación con la función cerebral, y de la masticación a la función del bruxismo.

No hay duda de que la propuesta del concepto de manejo del estrés de los órganos masticatorios por Slavicek R en 1986 provocó un cambio en esta tendencia. Sin embargo, el estudio de la oclusión con un resultado final de la función del bruxismo es aún insuficiente. Esto se debe al hecho de que hay pocos investigadores en este campo y pocos investigadores que comprendan los aspectos clínicos. Poco a poco se va reconociendo que el bruxismo desempeña una función más importante en el organismo de lo que se creía. Es importante aclarar hasta dónde hemos llegado en la comprensión de la naturaleza de la oclusión basada en el bruxismo y qué tipo de investigación se necesita en el futuro para resolver los problemas clínicos, antes de pasar a la siguiente etapa. Como ha demostrado la historia pasada, los estudios de oclusión tienden a caer presa de conceptos dogmáticos. Solo la validación científica puede eliminar esto.

Los órganos masticatorios y oclusales son órganos altamente especializados que originalmente se originaron como órganos viscerales (intestino branquial en animales primitivos) y sufrieron cambios funcionales importantes con la evolución animal. Durante un largo período de tiempo desde que los primeros animales entraron en la tierra, los órganos branquiales (órganos masticatorios y oclusales) se han utilizado principalmente como órganos para expresar comportamientos instintivos y emocionales, especialmente como herramientas para el comportamiento alimentario y como armas para el comportamiento emocional agresivo. Incluso en humanos altamente evolucionados, los órganos masticatorios están estrechamente vinculados a la antigua corteza cerebral (sistema límbico). En otras palabras, los dientes y los órganos masticatorios son órganos importantes para expresar conductas emocionales en los seres humanos, y se cree que los dientes se utilizan para proteger la salud general del cuerpo a través del comportamiento de rechinar los dientes, en el que se rechinan los dientes de la mandíbula superior e inferior como método de expresión de estrés emocional. En los seres humanos, se cree que la expresión de agresión mediante los órganos masticatorios ha cambiado al comportamiento de rechinar los dientes, ya que la expresión directa de agresión se ha suprimido en los seres humanos.

Según la teoría polivagal propuesta por Stephen Porges (2011), el sistema masticatorio, junto con la musculatura implicada en la rotación del cuello, los músculos faríngeo-laríngeos, los músculos faciales y los músculos del oído medio (todos derivados del intestino branquial primitivo) constituyen el sistema de compromiso social (sistema nervioso autónomo recientemente evolucionado) que desempeña un papel importante en la formación de la emoción y en el mantenimiento de la salud general. El sistema de compromiso social responde a las amenazas (estrés) en la vida diaria y expresa y regula las respuestas protectoras a través del sistema límbico (especialmente la amígdala). Se cree que los sistemas masticatorio y oclusal desempeñan un papel central en este proceso. De hecho, se ha demostrado experimentalmente que cuando los animales o los seres humanos se someten a estrés, el sistema límbico (por ejemplo, la amígdala) se activa inmediatamente, pero esta activación se suprime por la actividad del sistema masticatorio-oclusal. Además, la actividad del sistema masticatorio-oclusal tiene un efecto inhibidor significativo en la formación de úlceras de estómago inducidas por estrés, aumento de la arritmia, formación acelerada de tumores y niveles elevados de presión arterial y glucosa en sangre.

Terapia de reposicionamiento mandibular (TRM)
En los procesos de evolución humana, los cambios en la postura bípeda influyen no solo en la estructura de la cabeza y el cuello, sino también en la posición mandibular. Esto conduce a la dificultad de mantener la posición mandibular fisiológica, si hay factores que inducen el desplazamiento mandibular. En la sociedad moderna, llena de presión, las alteraciones funcionales del sistema cráneo-mandibular (SCM) están aumentando debido al desplazamiento mandibular. Todas las fases de la odontología restauradora y la ortodoncia dependen de las relaciones de la mandíbula con el maxilar y del movimiento funcional de la mandíbula.

La mandíbula del recién nacido se encuentra en una posición retruida con respecto al maxilar superior. En otras palabras, la relación maxilar y mandibular se encuentra en una relación de clase II. Por lo tanto, la mandíbula debe adaptarse hacia adelante durante el proceso de crecimiento para lograr una relación oclusal normal. El crecimiento adaptativo hacia adelante de la mandíbula es causado por la rotación hacia adelante de la mandíbula en respuesta a la erupción de los dientes y el aumento de la altura oclusal debido al desarrollo del hueso alveolar. En otras palabras, el crecimiento hacia adelante de la mandíbula depende del aumento de la dimensión vertical oclusal (VD). El cambio en la VD seguido de la adaptación de la mandíbula son los principios básicos del crecimiento maxilofacial, que progresa no solo durante el período de crecimiento sino también durante la maduración de la oclusión e incluso con el envejecimiento.

Slavicek R. (1988) propuso el concepto de posición de referencia (PR) para el diagnóstico de la posición mandibular. La RP se define como una posición mandibular retruida no forzada reproducible, que es la posición cero diagnóstica independientemente de si la ATM es normal o anormal. En el proceso de diagnóstico oclusal, la posición de la mandíbula se evalúa en cada caso en función de la RP, y se determina la posición objetivo de la mandíbula (Posición Terapéutica, ThP). La posición oclusal se define como la posición mandibular en la que los dientes superiores e inferiores encajan entre sí con el máximo contacto. Esta posición se denomina posición intercuspídea (ICP) y debe ser coherente con la posición de referencia fisiológica (PRP).